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27 junio, 2010

17 junio, 2010

¿Por qué soy Budista? – Reflexiones de Mariano Merino

Del blog 4grandesverdades.

Algún día dije que yo nací budista pero no lo supe hasta entrado mi camino en la vida. El hombre es un ser religioso, el ateo perfecto no existe. Desde que vivía en las cavernas el hombre siempre necesitó creer en algo superior para vencer sus miedos. Desde que comenzó a usar su intelecto para crear mecanismos de supervivencia necesitó transferir sus temores y sus esperanzas a un plano superior de su existencia. Lo que no hizo fué crear personalmente seres superiores para encarnar esa divinidad intuitiva; esos seres superiores le fueron impuestos por una sociedad, por los que manipularon a los grupos humanos en los que creció, para dominarlo. Los dioses fueron instrumentos de dominación, no partes componentes de su propia e integral realidad. Fueron herramientas, armas, usadas en su contra.

Paciencia.

A cierto mandarín le habían ofrecido un destacado cargo oficial. Preocupado por la responsabilidad, el hombre se reunió con un amigo de la infancia y lo puso al corriente de la situación. El amigo le dijo:
— Lo que te recomiendo es que siempre seas paciente. Es muy importante. No lo olvides, ejercítate sin descanso en la paciencia.
Te prometo que así lo haré —aseguró el mandarín.

Mientras los dos comenzaban a disfrutar de un sabroso té, el amigo repitió:
—Sé siempre paciente. No dejes de ser paciente, suceda lo que suceda.
El mandarín asintió con la cabeza pero, unos minutos después, el amigo insistió:
— No lo olvides: adiéstrate en la paciencia.
—Lo haré, lo haré
—repuso el mandarín.

Cuando iban a despedirse, el amigo añadió:
— Recuerda que tienes que ser paciente.
Entonces el mandarín, exasperado, exclamó:
— ¡Me tomas por un estúpido! Ya lo has dicho varias veces. Deja de una vez de advertirme sobre lo mismo.
El amigo se limitó a sonreír y el mandarín comprendió inmediatamente el motivo. Algo avergonzado, lo abrazó y le agradeció la lección.